Tipos de apego y sus consecuencias

¿Sabías que en psicología existen diferentes tipos de apego que se forman en la infancia y que pueden influir en cómo nos relacionamos con los demás en la edad adulta?

Uno de estos tipos es el apego seguro, que se da cuando los padres brindan amor, cuidado y apoyo a sus hijos de manera constante. Las personas con este tipo de apego suelen tener relaciones saludables y estables en la adultez.

Otra manera de relacionarse con el bebé sería el apego evitativo. Se trata de padres y madres fríos y distantes que tardan en satisfacer las necesidades del niño y se muestran poco afectivos. Las personas con este tipo de apego pueden tener dificultades para expresar sus emociones y establecer relaciones íntimas en el futuro.

Por otro lado, está el apego ansioso, que se forma cuando los padres son inconsistentes en su atención hacia sus hijos. Esto puede llevar a problemas de autoestima y dificultades para confiar en los demás en la edad adulta.

Finalmente, está el apego desorganizado, que se da en situaciones de abuso o negligencia por parte de los cuidadores. Las personas con este tipo de apego pueden experimentar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o trastornos de la personalidad.

Es importante recordar que el tipo de apego que desarrollamos en la infancia no determina nuestro destino, pero puede influir en cómo nos relacionamos con los demás. Por eso, es fundamental que los padres brinden amor, cuidado y apoyo a sus hijos de manera consistente para fomentar un apego seguro y saludable

Cutting. Autolesiones como síntoma de malestar psicológico en adolescentes.

Cuándo hablamos de cutting o autolesiones leves no ligadas a la intención suicida nos referimos a aquellas pequeñas lesiones que una persona puede auto provocarse fruto de un problema psicólogico.

En la mayoria de ocasiones estas autolesiones se realizan en forma de pequeños cortes, rasguños, raspados o pequeñas perforaciones. El adolescente suele herirse cuando está en soledad, normalmente demanera ritualizada y controlada.

Cutting, una realidad que nos está indicando que algo no anda bien en el mundo afectivo del joven que se autolesiona.

En la actualidad son muchos los medios de comunicación que hablan del Cutting como si fuese una moda entre adolescentes y este enfoque puede ser un error que lleve a algunas familias a menospreciar este tipo de síntomas en el adolescente. Hoy en día la mayor prevalencia de este tipo de conductas autolesivas en los jóvenes puede sin duda relacionarse con el auge de las redes sociales. Este hecho permite sin lugar a dudas que la conducta aparezca en el imaginario de muchos adolescentes y que antes no estuviera tan presente pero también es cierto que un adolescente emocionalmente sano y estable no se lesionaría cuando siente malestar psicológico.

Es por todo esto que debemos alertarnos ante este tipo de conductas pues más allá de modas y de cuanta presencia tengan este tipo de noticias en los medios de comunicación, es una realidad que nos está indicando que algo no anda bien en el mundo afectivo del joven que se autolesiona.

El Cutting puede estar relacionado con los siguientes factores:

  • Escasa capacidad de enfrentar desafíos o situaciones. Las autolesiones no suicidas por lo general son la consecuencia de una incapacidad de enfrentar el dolor psicológico de manera saludable.
  • Dificultad para controlar las emociones. La persona tiene dificultad para regular, expresar o comprender las emociones. La mezcla de emociones que desencadenan la autolesión es compleja. Por ejemplo, pueden manifestarse sentimientos de inutilidad, soledad, pánico, enojo, culpa, rechazo, odio a sí mismo o sexualidad confusa.

Cuando una persona se autolesiona, puede que intente lo siguiente:

  • Controlar o reducir la angustia grave o la ansiedad y buscar una sensación de alivio
  • Distraerse de las emociones dolorosas a través del dolor físico.
  • Tener un sentimiento de control sobre su cuerpo, sus emociones o las situaciones de la vida.
  • Tener cualquier sentimiento, incluso si se trata de dolor, cuando la persona se siente vacía emocionalmente.
  • Expresar los sentimientos internos a través de una forma externa.
  • Comunicar los sentimientos de depresión o angustia al mundo exterior.
  • Castigarse por errores aparentes

Autolesionarse no es una moda.
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635 138 560

Si deseas ampliar información sobre este problema que afecta a los adolescentes pincha en el enlace: https://acertijos-y-adivinanzas.com/que-es-el-cutting/

Fases en un desengaño amoroso

Aquí os dejo este artículo públicado en El País Semanal. Interesante para entender como algunas emociones negativas intensas nos conducen a pensamientos en términos absolutos que pueden llegar a impedir vivir cada una de las emociones que genera una ruptura sentimental como parte de un proceso.

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Ante un desengaño, ruptura o abandono amoroso, es inevitable pasar por fases de tristeza, desesperación, impotencia… Los sueños, las ilusiones, se rompen para una parte u otra de la pareja y suele empezar un calvario, cuya duración depende de cada afectado, que pasa por varias fases:

Fase de súplica. La primera reacción puede ser llorar e implorar su amor. No se pierde la dignidad por decirle a alguien que le ama, pero sí se hace cuando le están diciendo que no le quieren a usted y sigue insistiendo como si no tuviera valor, como si en su vida no fuera a tener otra oportunidad de encontrar a alguien que le merezca.

Fase de razonamiento. En ella, la persona despechada, que no entiende cómo todo funcionaba bien y de repente todo se desmigaja, intenta a través de razonamientos hacer ver a la otra parte que se ha equivocado, que no va a encontrar a nadie igual, que todo vale la pena por el tiempo invertido y que hay posibilidad de corregir lo que no funcionó.

Fase de locura, en la que se pasa del amor al odio. Se verbaliza que no se quiere saber nada del otro, pero contradictoriamente se buscan mensajes, llamadas o algún indicio de que su ex puede haber recapacitado y volver.

Fase de adaptación. Poco a poco, la vida se va ordenando. Como todo proceso de pérdida, uno empieza a encajar en esta nueva etapa de su vida. Empieza a normalizar su rutina, duerme mejor, trabaja como siempre, se relaciona con sus amigos, su ex deja de ser el protagonista de todas las conversaciones y comienza a tener ilusión.

Fase de indiferencia. Ya se está preparado para vivir sin la presencia del ex, no lo recuerda, y por fin ha pasado a un segundo plano. Esto no significa que si se lo encuentra por la calle no le dé un vuelco el corazón o vuelva a despertar los buenos y malos recuerdos, pero por la general vive ajeno a su ruptura. Ya no hay desamor, sino un periodo en el que usted se abre y se siente seguro.

 

Leer el artículo completo en:

http://elpais.com/elpais/2013/05/03/eps/1367574676_397716.html?id_externo_rsoc=TW_CM
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