Javier Martínez, Psicólogo en Zaragoza: Terapia psicológica a medida. Experto en tratamiento de ansiedad y terapias personalizadas. Contacto: 635138560.
Hugo Bleichmar, un destacado psicoanalista, identifica tres necesidades psicológicas esenciales que impactan profundamente en la salud mental: la seguridad, el reconocimiento y la pertenencia.
La seguridad se refiere a la necesidad de sentirse protegido y sin riesgos constantes. Esta sensación permite a las personas desarrollarse sin miedo, favoreciendo su estabilidad emocional.
La necesidad de reconocimiento implica el deseo de ser valorado y apreciado por los demás. Las personas necesitan sentir que sus cualidades y esfuerzos son reconocidos, ya que esto les brinda confianza y refuerza su autoestima.
La pertenencia se basa en el deseo de formar parte de grupos o comunidades, donde puedan sentir aceptación y conexión. Este vínculo social es crucial para evitar el aislamiento y para fortalecer la identidad.
En conjunto, estas necesidades influyen en el desarrollo personal y emocional, afectando la manera en que los individuos perciben el mundo y se relacionan con los demás. influyen en la salud mental y en la formación de la identidad.
La Terapia de Pareja de Gottman: Un Enfoque Científico para Fortalecer las Relaciones
Las relaciones de pareja son un aspecto central en la vida de muchas personas, pero no siempre es fácil mantener una conexión sana y equilibrada a lo largo del tiempo. Las dificultades, los desacuerdos y los conflictos son inevitables en cualquier relación, pero la forma en que se manejan estos desafíos puede marcar la diferencia entre una pareja que florece y una que se desmorona. Es en este contexto que la Terapia de Pareja de Gottman, desarrollada por el psicólogo John Gottman y su esposa, la psicóloga Julie Gottman, ha ganado popularidad por su enfoque científico y basado en la investigación para mejorar las relaciones de pareja.
¿Qué es la Terapia de Pareja de Gottman?
La Terapia de Pareja de Gottman es un enfoque basado en más de 40 años de investigación sobre la dinámica de las relaciones. John Gottman, a través de estudios longitudinales y observaciones en el «Laboratorio del Amor» (Love Lab) de la Universidad de Washington, desarrolló un profundo entendimiento sobre lo que hace que una relación sea exitosa o fracase. Uno de los aspectos más innovadores de su enfoque es que no se basa solo en teorías, sino en evidencia empírica obtenida a través de la observación directa de miles de parejas.
Esta terapia está diseñada para ayudar a las parejas a fortalecer su amistad, mejorar su comunicación y gestionar el conflicto de manera más saludable. Gottman descubrió que existen ciertos patrones de interacción que pueden predecir el éxito o el fracaso de una relación con un alto grado de precisión. Al abordar estos patrones y enseñar a las parejas habilidades prácticas, la Terapia de Gottman tiene como objetivo mejorar tanto la satisfacción como la longevidad de la relación.
Los «Cuatro Jinetes del Apocalipsis» en las relaciones de pareja.
Uno de los conceptos clave de la Terapia de Gottman es el de los «Cuatro Jinetes del Apocalipsis», que son comportamientos que, si no se manejan, pueden llevar al colapso de una relación.
Estos cuatro jinetes son:
Crítica: Se refiere a atacar la personalidad o el carácter de la pareja en lugar de centrarse en comportamientos específicos. Ejemplos de crítica incluyen frases como «Tú siempre…» o «Tú nunca…».
Desprecio: Este es el más dañino de los cuatro jinetes, ya que implica una actitud de superioridad, burla o falta de respeto hacia la pareja. El desprecio incluye insultos, sarcasmo o ridiculización.
Actitud defensiva: La defensiva ocurre cuando una persona se protege a sí misma de un ataque percibido, sin asumir responsabilidad por su parte en el conflicto. A menudo, implica contraatacar o justificarse.
Obstruccionismo: También llamado «stonewalling», este comportamiento ocurre cuando una persona se desconecta emocionalmente de la interacción, retirándose del conflicto sin resolverlo. Esto suele implicar el silencio o el distanciamiento emocional.
Gottman encontró que la presencia constante de estos cuatro comportamientos en una relación puede predecir, con una alta probabilidad, que la pareja se dirigirá hacia la separación o el divorcio si no se interviene.
Las Siete Habilidades para Fortalecer las Relaciones
Además de identificar los patrones destructivos, la Terapia de Pareja de Gottman también ofrece herramientas prácticas para mejorar la relación. Uno de los pilares de este enfoque es el desarrollo de lo que Gottman llama Las Siete Habilidades para Fortalecer las Relaciones. Estas son:
Crear mapas del amor: Implica conocer profundamente a tu pareja, sus gustos, deseos, miedos y esperanzas. Mantener un conocimiento actualizado de la vida emocional de tu pareja es fundamental para una conexión sólida.
Cultivar la admiración y el cariño: Centrarse en las cualidades positivas de tu pareja y expresar gratitud y afecto son clave para mantener una relación sana.
Acercarse en lugar de alejarse: Durante los momentos difíciles, es importante que las parejas busquen apoyo emocional mutuo en lugar de distanciarse.
Aceptar la influencia de la pareja: Es crucial que ambos miembros de la pareja se escuchen y respeten las opiniones del otro, comprometiéndose cuando sea necesario.
Resolver los problemas manejables: Muchas discusiones no tienen que escalar en conflictos mayores. Gottman enseña a las parejas a manejar los problemas cotidianos de forma eficaz y sin crear resentimientos.
Superar los conflictos estancados: No todos los problemas tienen una solución fácil, pero Gottman sugiere que, en lugar de buscar la solución perfecta, es posible encontrar una forma de convivir con ciertos desacuerdos sin que destruyan la relación.
Crear un sentido de significado compartido: Las parejas más exitosas tienen un propósito y significado compartido en su relación, ya sea a través de metas comunes, valores familiares o actividades que disfrutan juntas.
La Terapia Gottman en la Práctica
La Terapia de Pareja de Gottman es conocida por su enfoque estructurado y su uso de ejercicios prácticos que ayudan a las parejas a fortalecer su relación en el día a día. Las sesiones incluyen evaluaciones detalladas de la relación, donde se identifican las áreas problemáticas y se establecen metas concretas. El enfoque es altamente colaborativo, y les terapeutas trabajan en conjunto con la pareja para enseñarles las habilidades necesarias para superar sus desafíos.
Uno de los aspectos más valorados de la Terapia de Gottman es su flexibilidad: se puede adaptar a diferentes tipos de parejas, independientemente de su orientación sexual, etapa de la relación o tipo de conflicto. Además, la terapia no solo se enfoca en resolver problemas, sino en aumentar la satisfacción general de la relación, ayudando a las parejas a construir un futuro más feliz y saludable.
Conclusión
La Terapia de Pareja de Gottman ha revolucionado el campo de la terapia de pareja al ofrecer un enfoque basado en la investigación para mejorar las relaciones. Al identificar los comportamientos destructivos y enseñar habilidades prácticas para fomentar una relación más fuerte, este enfoque ofrece a las parejas una ruta clara hacia el éxito relacional. Si estás enfrentando dificultades en tu relación o simplemente deseas fortalecerla, la Terapia de Gottman puede ser una opción poderosa y efectiva para ti y tu pareja.
Los derechos asertivos: una guía para comprender y proteger tu bienestar emocional
Como psicólogo, es fundamental entender que las relaciones interpersonales saludables se basan en la capacidad de expresar sentimientos, deseos y opiniones de manera clara y respetuosa. Este equilibrio es clave para mantener una autoestima sana y relaciones funcionales. La comunicación asertiva es una herramienta crucial para lograr esto, y dentro de ella, los derechos asertivos juegan un papel primordial. Estos derechos son principios básicos que guían la forma en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos.
Son derechos que todos tenemos, pero que muchas veces olvidamos o no ejercemos, lo cual puede llevar a conflictos, resentimientos o sentimientos de insuficiencia.
¿Qué son los derechos asertivos?
Los derechos asertivos son un conjunto de prerrogativas fundamentales que toda persona tiene al interactuar con los demás. No son privilegios, sino derechos inherentes a cada individuo, sin importar su condición o situación. Estos derechos se basan en la premisa de que cada uno de nosotros merece respeto, pero también debe respetar a los demás. Cuando no somos conscientes de estos derechos o no los ejercemos, es fácil caer en patrones de comportamiento pasivo o agresivo, que a largo plazo pueden ser perjudiciales para la salud emocional.
La asertividad se sitúa en un punto intermedio entre la pasividad y la agresividad. Ser asertivo significa defender tus derechos sin pisotear los derechos de los demás. Es una forma de comunicación que permite expresar lo que sentimos y necesitamos de manera abierta y honesta, sin miedo a represalias ni sentimientos de culpa.
¿Por qué son importantes los derechos asertivos?
Ejercer estos derechos es crucial para el bienestar emocional y las relaciones interpersonales. Al reconocerlos, logramos una mayor sensación de autonomía y control sobre nuestras decisiones. Nos permiten interactuar con los demás de forma equilibrada, fomentando el respeto mutuo y evitando la sumisión o la agresión. Además, ayudan a establecer límites claros en nuestras relaciones, lo que previene el abuso y el malentendido.
Cuando no ejercemos nuestros derechos asertivos, nos exponemos a situaciones en las que otros pueden aprovecharse de nosotros, lo que a su vez puede generar resentimiento, baja autoestima o incluso depresión y ansiedad. Por el contrario, ser demasiado agresivo al defender nuestros derechos puede crear conflictos y dañar nuestras relaciones.
Derechos asertivos: una lista fundamental
A continuación, enumero los principales derechos asertivos que todos tenemos y que debemos recordar en nuestras interacciones diarias:
Tienes derecho a ser tratado con respeto y dignidad. Nadie debe menospreciarte ni hacerte sentir inferior. El respeto es un derecho fundamental en cualquier interacción.
Tienes derecho a expresar tus sentimientos, opiniones y deseos. Puedes decir lo que piensas y sientes, aunque no coincida con lo que otros esperan o desean oír.
Tienes derecho a decir «no» sin sentirte culpable. No tienes la obligación de complacer siempre a los demás, y tienes derecho a rechazar cualquier petición o favor que te incomode.
Tienes derecho a cometer errores. Los errores son parte de la experiencia humana. No es necesario ser perfecto, y tienes derecho a aprender de tus equivocaciones sin que te juzguen o condenen por ellas.
Tienes derecho a cambiar de opinión. El hecho de que hayas tomado una decisión no significa que no puedas revisarla o cambiarla si las circunstancias cambian o si consideras que una nueva opción es mejor para ti.
Tienes derecho a pedir lo que necesitas o deseas. Aunque no siempre obtengas lo que pides, tienes el derecho de solicitar lo que necesitas o deseas, sin sentir vergüenza o culpa por hacerlo.
Tienes derecho a no justificar tus decisiones o comportamientos. No siempre es necesario dar explicaciones detalladas sobre por qué haces lo que haces. Tienes el derecho de tomar decisiones sin tener que justificar cada una de ellas ante los demás.
Tienes derecho a decir «no lo sé». Nadie tiene todas las respuestas todo el tiempo. Admitir que no sabes algo es un signo de humildad y honestidad.
Tienes derecho a ser independiente y tomar tus propias decisiones. Puedes elegir tu camino en la vida, sin que otros te impongan su visión o expectativas sobre lo que es mejor para ti.
Tienes derecho a sentirte bien contigo mismo. Tu bienestar emocional es importante, y tienes derecho a rodearte de personas y situaciones que te hagan sentir valorado y respetado.
Tienes derecho a defender tus derechos sin sentirte egoísta. Exigir respeto por tus propios límites no te hace una mala persona. Todos tenemos el derecho de defendernos cuando algo no nos parece justo o correcto.
Tienes derecho a no ser responsable de los problemas o sentimientos de los demás. Aunque es importante ser empático y comprensivo, no eres responsable de solucionar los problemas de los demás ni de cargar con sus emociones.
Tienes derecho a cambiar lo que no te satisface. Si algo en tu vida no te hace feliz, tienes el derecho de buscar alternativas y hacer cambios para mejorar tu bienestar.
Cómo integrar estos derechos en tu vida
Es fundamental que los derechos asertivos no se vean solo como una lista de principios teóricos, sino que se integren en tu vida cotidiana. Para ello, es importante practicar la asertividad de manera consciente, empezando por identificar situaciones en las que no estás ejerciendo tus derechos. Esto puede incluir aprender a decir «no», establecer límites claros o expresar tus opiniones sin temor.
Al tomar conciencia de estos derechos y empezar a ejercerlos, estarás fortaleciendo tu autoestima, mejorando tus relaciones y, lo más importante, protegiendo tu bienestar emocional.
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). Características y Tratamiento
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también conocido como trastorno borderline, es una condición psicológica que afecta la forma en que las personas se ven a sí mismas y se relacionan con los demás. Quienes padecen TLP suelen tener dificultades para manejar sus emociones, lo que puede generar inestabilidad en sus relaciones, estado de ánimo, y su sentido de identidad.
Algunas características comunes del TLP incluyen:
Inestabilidad emocional: Las personas con TLP experimentan emociones intensas y cambiantes, que pueden ir de la euforia a la desesperación en cortos periodos de tiempo.
Relaciones interpersonales inestables: Los vínculos suelen ser intensos y conflictivos, con cambios rápidos entre idealización y devaluación de los demás.
Miedo al abandono: Un temor intenso al rechazo o a la soledad, lo que puede llevar a comportamientos desesperados para evitar el abandono real o imaginado.
Impulsividad: Actos impulsivos como gastos excesivos, consumo de sustancias o conductas de riesgo son comunes.
Problemas con la autoimagen: Las personas con TLP suelen tener una identidad inestable y pueden sentirse vacías o no saber quiénes son.
Comportamientos autodestructivos: En algunos casos, el TLP está asociado con conductas autolesivas o intentos de suicidio.
Tratamiento del TLP
Aunque el Trastorno Límite de la Personalidad puede ser complejo, existen varios enfoques terapéuticos que han demostrado ser efectivos:
Terapia Dialéctico-Conductual (TDC): Es uno de los tratamientos más efectivos. Ayuda a las personas a regular sus emociones, mejorar sus relaciones y desarrollar estrategias para lidiar con el estrés.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Trabaja en modificar patrones de pensamiento negativos y comportamientos desadaptativos.
Psicoterapia basada en la mentalización: Ayuda a las personas a entender sus propios estados mentales y los de los demás.
Terapia farmacológica: Aunque no existe un medicamento específico para el TLP, se pueden usar fármacos para tratar síntomas como la ansiedad o la depresión.
Con el tratamiento adecuado, las personas con TLP pueden llevar una vida funcional y mejorar su calidad de vida. Si piensas que alguna de las caracteristicas anteriormente descritas coinciden con loo que te sucede en psicologozaragoza.org estamos para ayudarte.
¿Sabías que en psicología existen diferentes tipos de apego que se forman en la infancia y que pueden influir en cómo nos relacionamos con los demás en la edad adulta?
Uno de estos tipos es el apego seguro, que se da cuando los padres brindan amor, cuidado y apoyo a sus hijos de manera constante. Las personas con este tipo de apego suelen tener relaciones saludables y estables en la adultez.
Otra manera de relacionarse con el bebé sería el apego evitativo. Se trata de padres y madres fríos y distantes que tardan en satisfacer las necesidades del niño y se muestran poco afectivos. Las personas con este tipo de apego pueden tener dificultades para expresar sus emociones y establecer relaciones íntimas en el futuro.
Por otro lado, está el apego ansioso, que se forma cuando los padres son inconsistentes en su atención hacia sus hijos. Esto puede llevar a problemas de autoestima y dificultades para confiar en los demás en la edad adulta.
Finalmente, está el apego desorganizado, que se da en situaciones de abuso o negligencia por parte de los cuidadores. Las personas con este tipo de apego pueden experimentar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o trastornos de la personalidad.
Es importante recordar que el tipo de apego que desarrollamos en la infancia no determina nuestro destino, pero puede influir en cómo nos relacionamos con los demás. Por eso, es fundamental que los padres brinden amor, cuidado y apoyo a sus hijos de manera consistente para fomentar un apego seguro y saludable
La fobia social o trastorno de ansiedad social se define como el miedo intenso y persistente a una o más situaciones sociales o actuaciones en público, en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no son del ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás.
El mayor temor de la persona que sufre este trastorno es actuar de modo humillante o vergonzoso y que sus síntomas de ansiedad sean visibles a los ojos de los demás, este estado ansioso hace que su conducta empeore lo cual terminará confirmando el temor de la persona que padece la fobia social.
La fobia social en ocasiones se convierte en un trastorno muy incapacitante llegando a limitar y afectar muchas de las parcelas vitales de la persona. en este articulo pretendemos informar de los principales criterios que utiliza la psicología para explicar este problema y diferenciarlo de características de la personalidad como la timidez o el ser introvertido. Estos son enfoques necesarios y útiles para conocer y entender que está ocurriendo en los pensamientos y emociones del paciente así como para que el psicólogo pueda planificar adecuadamente el tratamiento.
Síntomas que aparecen en la fobia social y criterios diagnósticos:
A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas.
B. El individuo tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen; que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. Nota: En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados, aferrarse, encogerse o el fracaso de hablar en situaciones sociales.
D. Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.
E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural.
F. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.
G. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
H. El miedo, la ansiedad o la evitación no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica.
I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un trastorno del espectro del autismo.
J. Si existe otra afección médica (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración debida a quemaduras o lesiones) el miedo, la ansiedad o la evitación está claramente no relacionada o es excesiva.
Cuándo hablamos de cutting o autolesiones leves no ligadas a la intención suicida nos referimos a aquellas pequeñas lesiones que una persona puede auto provocarse fruto de un problema psicólogico.
En la mayoria de ocasiones estas autolesiones se realizan en forma de pequeños cortes, rasguños, raspados o pequeñas perforaciones. El adolescente suele herirse cuando está en soledad, normalmente demanera ritualizada y controlada.
Cutting, una realidad que nos está indicando que algo no anda bien en el mundo afectivo del joven que se autolesiona.
En la actualidad son muchos los medios de comunicación que hablan del Cutting como si fuese una moda entre adolescentes y este enfoque puede ser un error que lleve a algunas familias a menospreciar este tipo de síntomas en el adolescente. Hoy en día la mayor prevalencia de este tipo de conductas autolesivas en los jóvenes puede sin duda relacionarse con el auge de las redes sociales. Este hecho permite sin lugar a dudas que la conducta aparezca en el imaginario de muchos adolescentes y que antes no estuviera tan presente pero también es cierto que un adolescente emocionalmente sano y estable no se lesionaría cuando siente malestar psicológico.
Es por todo esto que debemos alertarnos ante este tipo de conductas pues más allá de modas y de cuanta presencia tengan este tipo de noticias en los medios de comunicación, es una realidad que nos está indicando que algo no anda bien en el mundo afectivo del joven que se autolesiona.
El Cutting puede estar relacionado con los siguientes factores:
Escasa capacidad de enfrentar desafíos o situaciones. Las autolesiones no suicidas por lo general son la consecuencia de una incapacidad de enfrentar el dolor psicológico de manera saludable.
Dificultad para controlar las emociones. La persona tiene dificultad para regular, expresar o comprender las emociones. La mezcla de emociones que desencadenan la autolesión es compleja. Por ejemplo, pueden manifestarse sentimientos de inutilidad, soledad, pánico, enojo, culpa, rechazo, odio a sí mismo o sexualidad confusa.
Cuando una persona se autolesiona, puede que intente lo siguiente:
Controlar o reducir la angustia grave o la ansiedad y buscar una sensación de alivio
Distraerse de las emociones dolorosas a través del dolor físico.
Tener un sentimiento de control sobre su cuerpo, sus emociones o las situaciones de la vida.
Tener cualquier sentimiento, incluso si se trata de dolor, cuando la persona se siente vacía emocionalmente.
Expresar los sentimientos internos a través de una forma externa.
Comunicar los sentimientos de depresión o angustia al mundo exterior.
Castigarse por errores aparentes
Autolesionarse no es una moda. Pide ayuda, ponte en contacto con tu psicólogo en Zaragoza: 635 138 560
A menudo cuando las personas sienten malestar emocional o sufrimiento psíquico no tienen claro a que tipo de profesional deben de acudir y aparece la gran pregunta: -¿A qué tipo de especialista será mejor recurrir en mi caso, a un psicólogo o a un psiquiatra?-
¿Psicólogo o Psiquiatra? Estas son sus diferencias:
En principio no se trata de opciones incompatibles.
De hecho en muchos casos ambos profesionales trabajan en coordinación para ayudar a un mismo paciente, pero a continuación te daremos algunas claves que te ayuden a decidir cual es el profesional que mejor se adaptaría a tu caso.
El Psicólogo
Utiliza el diálogo terapéuticocomo tratamiento para que el paciente desarrolle nuevas estrategias en el manejo y ajuste de sus emociones, pensamientos y conductas.
El psicólogo realiza análisis psicológico personal que permiten el autoconocimiento y el crecimiento personal.
El psicólogo se centra en la prevención, diagnóstico, y tratamiento de los problemas psicológicos que puedan darse a lo largo de la vida.
El psicólogo se centra en establecer las causas del problema psicológico, buscando explicaciones en su infancia, el desarrollo de su personalidad y sus relaciones personales.
El psiquiatra
Es un Médico con especialización en psiquiatría y por tanto puede recetar medicamentos. Usa un tratamiento farmacológico.
El psiquiatra usa el tratamiento con psicofármacos para combatir los síntomas adversos.
Los psiquiatras se encargan de las enfermedades mentales más graves como esquizofrenia, paranoia, psicosis… u otro tipo de problemas
El psiquiatra enfoca su trabajo en la evaluación fisiológica y química de los problemas psicológicos.
El psiquiatra entiende los problemas emocionales como un desequilibrio químico desajustado en nuestro cerebro.
Como puedes ver ambos profesionales tienen una formación específica que hace que su manera de enfocar los tratamientos sea distinta a la par que complementaria. Un psicólogo basara sus intervenciones en el dialogo y la conversación mientras que la principal herramienta de los psiquiatras es la medicación (ansiolíticos, antidepresivos, etc.)
Si tras leer está información aun tienes dudas, no te preocupes, la elección no es algo arriesgado puesto que cualquier profesional con el que contactes te explicará que es lo más adecuado para tu situación. Si acudes a un psicólogo en Zaragoza y necesitas medicación el te aconsejará y te recomendará a que profesional acudir que pueda recetarla y colaborar juntos en el tratamiento.
Aquí os dejamos el nuevo vídeo promocional que acabamos de estrenar con la colaboración y ayuda de Pro100 Z Studios. En el que puedes echar un vistazo a nuestras instalaciones así como al entorno donde está situada la consulta en Zaragoza.
Si estás pasando una etapa vital complicada, arrastras desde hace tiempo cierto malestar y no consigues salir adelante. Quizá sea el momento de pedir ayuda profesional a un psicólogo. Dar el primer paso y reconocer que yo sólo no puedo es complicado pero en psicologozaragoza.org lo convertimos en algo sencillo.
Déjanos tu número de teléfono y nosotros te llamaremos, escribe un whatsapp al 63513560 y resuelve tus dudas. Da el paso y consulta con un profesional, un proceso terapéutico te ayudará a recuperar el bien estar y la estabilidad psicológica.
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