La astenia, en general, se puede definir como una sensación de debilidad física y psíquica, cansancio intenso y falta de vitalidad generalizada, tanto física como intelectual, experimentada por la persona y que reduce su capacidad pera realizar tareas cotidianas.
Puede ser síntoma de problemas orgánicos o psicológicos, y puede estar provocada por factores externos, como el estrés, la sobrecarga laboral, la hiperactividad o el sobre entrenamiento deportivo.
En cuanto a la astenia primaveral, esta aparece en primavera (de donde toma su nombre) y es una entidad distinta a la originada por una enfermedad orgánica; su causa es achacable al cambio estacional y está limitada en el tiempo, aunque siempre hay que descartar una causa orgánica antes de poder hacer el diagnóstico definitivo.
Según las últimas estadísticas, la incidencia de este trastorno se ha multiplicado en las últimas décadas y se estima que cerca del 2% de la población sufre en algún momento de su vida sus efectos. Se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años, y afecta más a mujeres que a hombres.
A pesar de su elevada incidencia, la astenia primaveral es de carácter leve y remite al cabo de pocos días sin necesidad de tratamiento psicológico.
Aunque no existen motivos de alarma, si los síntomas no son secundarios a una enfermedad, esta sensación de fatiga que acompaña durante gran parte del día reduce notablemente la capacidad para realizar cualquier tarea, por lo que conviene anticiparse a la situación para combatir los síntomas.
CAUSAS Psicologos en Zaragoza.
Sus causas no se conocen con exactitud, pero se cree que están relacionadas con el cambio climatológico y la adaptación del cuerpo a la nueva estación con sus condiciones variables en lo que a presión atmosférica, humedad ambiental, horas de luz y cambios en los horarios se refiere.
La causa parece estar directamente relacionada con la capacidad de adaptación del propio individuo a estas nuevas condiciones más que con las propias condiciones. También se ha sugerido que pueda tener relación con los procesos alérgicos tan frecuentes en esta época del año. Otros autores hacen un estudio más profundo y llegan a la conclusión de que está causada por una disminución de betaendorfinas en el plasma (sustancias producidas por el propio cuerpo que regulan el sistema bienestar-malestar), que al alterarse pueden producir una sensación de decaimiento y agotamiento.
SÍNTOMAS
Aunque no se puede hablar de síntomas específicos, podemos enumerar los más frecuentes:
– Alteración del estado general.
– Cansancio y debilidad general.
– Dificultad de concentración.
– Trastornos de la memoria.
– Trastornos del sueño.
– Alteraciones del apetito (generalmente pérdida o disminución).
– Sensación de agotamiento extremo, principalmente a la hora de levantarse.
– Tristeza inexplicable.
– Irritabilidad y cambios de humor.
– Ausencia de interés sexual.
– Dolor de cabeza y malestar general.
– Debilidad muscular para hacer cualquier esfuerzo.
Otros síntomas que suelen aparecer, pero no de forma tan frecuente como los anteriores y que pueden achacarse a la astenia primaveral, son: caída del cabello, uñas frágiles, molestias faríngeas, picores generalizados, calambres nocturnos, taquicardia con palpitaciones, pupas en los labios.
PREVENCIÓN
Los expertos coinciden en señalar que la clave para combatirla y prevenirla es mantener unos hábitos de vida saludables. Logrando un mejor equilibrio en nuestro organismo, regulando adecuadamente los biorritmos y garantizando el aporte de nutrientes necesarios para adaptar el organismo a las nuevas condiciones primaverales.
Debemos actuar, por tanto, desde tres estrategias que son complementarias para lograr estos objetivos:
MEJORAR HÁBITOS SALUDABLES
– Respetar las horas de sueño, intentando dormir un mínimo de 8 diarias.
– Intentar tener horarios fijos para levantarse y acostarse.
– No prolongar la siesta más de 40 minutos.
– Evitar ver la televisión en la cama o usar el ordenador antes de acostarse.
– Practicar ejercicios de relajación, yoga, estiramientos…
– Hacer ejercicio de forma regular.
– Tratar los síntomas de la astenia con optimismo intentando no generar una situación estresante.
-Disminuir hábitos tóxicos en general.
-Mantener una dieta equilibrada.
ADVERTENCIAS
Como se ha explicado anteriormente, la astenia primaveral es una entidad sin importancia desde el punto de vista clínico, cuando no existen otras problemáticas previas que puedan agravarse; sin embargo, otras astenias pueden ser manifestación de una enfermedad más o menos grave tanto orgánica como psicológica, y pueden estar provocadas por factores externos, como el estrés, la sobrecarga laboral, la hiperactividad o el sobre entrenamiento deportivo.
Los síntomas que se describen no son en absoluto específicos de esta entidad y pueden aparecer en numerosos desórdenes orgánicos y psicológicos.
Fuente: https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=wm#inbox/14d92bccc8960b4e?projector=1